Moncho Alpuente – Dos mejor que cuatro
En mi barrio nunca se vieron muchas bicicletas, las empinadas cuestas que nacen en la calle del Pez para ascender a una de las siete colinas de la ciudad (Madrid comparte con Roma esta particularidad orográfica) bastaban para disuadir a los posibles ciclistas, y la debilidad económica de la mayoría de los vecinos apuntillaba cualquier […]