La nueva ordenanza de movilidad será una revolución para los ciclistas. La normativa, que llega con retraso, abre un hueco a las bicicletas. Ganarán protagonismo y espacio en las calles de Madrid de la noche a la mañana. Y puede que pillen por sorpresa al resto de conductores, porque el cambio no incluirá las campañas de concienciación que el Ayuntamiento había previsto antes de su puesta en marcha. La crisis les ha dejado sin fondos para educar, según una portavoz municipal.
La normativa, prevista para septiembre, se retrasa además hasta noviembre por un error de forma y llegará con más novedades. Entre otras, la posibilidad de que los ciclistas circulen en sentido contrario y con remolques para transportar niños.
La ordenanza, aprobada ayer en la junta de gobierno local, debe pasar aún por comisión hasta su aprobación definitiva en el pleno de noviembre. El retraso en la tramitación, según fuentes municipales, se debe a «un error de forma». El borrador de la ordenanza se expuso a información pública en julio con un texto al que le faltaban cuatro párrafos, lo que obligó a repetir el proceso de recepción de alegaciones, que dura un mes.
Entre las principales novedades, permite a los ciclistas ocupar el centro del carril y obliga a los coches a circular más despacio cuando tengan bicicletas delante. Los ciclistas pueden pasar, con limitaciones, por zonas peatonales y reservadas a taxis y autobuses urbanos.
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